sábado, 22 de agosto de 2015

Una Guerra Perdida. Jeremías 49


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Todas las guerras se pueden ganar lo único que se necesita es coraje para poderse enfrentar. 
Pero si hay una guerra que los seres humanos la tenemos perdida si es que tomamos la decisión de enfrentarla. Esa guerra es con JehováDios es misericordioso y perdona todos nuestros pecados cuando nos arrepentimos de corazón. 1 Juan 1: 9 “ Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 
Pero si nos enfrentamos a el la derrota es inminente.  49: 2 “Por tanto, vienen días, ha dicho Jehová, en que haré oír clamor de guerra en Rabá de los hijos de Amón; y será convertida en montón de ruinas, y sus ciudades serán puestas a fuego, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron a ellos, ha dicho Jehová. 
Que cosas hace que nosotros le declaremos la guerra. 
1. Confiar en nuestras riquezas mas que en Jehová. V 4 “¿Por qué te glorías de los valles? Tu valle se deshizo, oh hija contumaz, la que confía en sus tesoros, la que dice: ¿Quién vendrá contra mí?” cuando depositamos nuestra esperanza en las cosas del mundo inmediatamente estamos rechazando a Jehová y esto hace que nos convirtamos en sus enemigos. Santiago 4: 4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 
2. La arrogancia y la soberbia  V 16  “Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.” Dios ama a las personas humildes pero desprecia a los que son altivos. Salmo 138: 6 “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.”  
3. El Resistirse a la voluntad de Jehová. V 19 He aquí que como león subirá de la espesura del Jordán contra la bella y robusta; porque muy pronto le haré huir de ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí, y quién me emplazará? ¿Quién será aquel pastor que me podrá resistir?” no hay hombre que pueda gritar tan duro que obligue a Jesucristo hacer un milagro. Dios hace milagros por misericordia y por su inmenso amor. 
4. El dejarse influenciar por otros llevados por el temor. V 23 “Acerca de Damasco. Se confundieron Hamat y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse.” el temor controlado nos sirve de protección pero el temor descontrolado hace que nos paralicemos y tomemos malas decisiones. 
Consecuencias de desafiar a Jehová. 
1.Vida llena de zozobra e intranquilidad. V 5 “He aquí yo traigo sobre ti espanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, de todos tus alrededores; y seréis lanzados cada uno derecho hacia adelante, y no habrá quien recoja a los fugitivos.” solo Jesucristo es capaz de darnos paz en medio de las dificultades. 
2. Pierde toda protección. V 10 “Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su descendencia, sus hermanos y sus vecinos, y dejará de ser.” Jehová es nuestro protector y no importa cuantas luchas tengamos que librar Jehová siempre nos dará la victoria. 
3. Sin la protección de Jehová solo hay desolación y destrucción. V 13 “Porque por mí he jurado, dice Jehová, que asolamiento, oprobio, soledad y maldición será Bosra, y todas sus ciudades serán desolaciones perpetuas.” la desolación y la destrucción no necesariamente tiene que ver con pobreza económica hay personas que sin estar con Jesucristo lo tienen todo pero nada pueden disfrutar. 
4. Desprecio y abandono. V 15 “He aquí que te haré pequeño entre las naciones, menospreciado entre los hombres.” solo cuando nos humillamos delante de Jehová el nos exalta delante de los hombres. 
5. Burla de parte de los demás. V 17 “Y se convertirá Edom en desolación; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y se burlará de todas sus calamidades. 
la única forma de tener una vida de excelencia y ganar todas nuestras guerras es a través de Jesucristo, alejados de el nada podemos hacer.