Para nosotros los seres humanos la
felicidad es sinónimo de ausencia de problemas. Pero para Jesucristo en eso no
consiste la felicidad.
Para pablo la felicidad está en
saber vivir bien no importa cuales sean las circunstancias que estemos pasando.
Filipenses 4: 12 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo
estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad.”
Tener
momentos difíciles o momentos de alegría es normal en nuestra vida pero ninguna
de estas dos circunstancias determina nuestra felicidad.
Como disfrutar cada momento de nuestra vida.
1. Sigue tu vida de manera normal.
V 5-6 “Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto
de ellos. Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y
dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos
ahí, y no os disminuyáis.” El pueblo estaba en cautiverio pero la recomendación
de Dios es que continúe con su vida como si nada pasara. El problema que
tenemos es que en cada dificultad que vivimos nos desvía o nos estanca en lo
que estamos haciendo.
1.1. Si no
puedes cambiar la situación para que te desesperas. Es mejor que te relajes y
dejes que las cosas sigan
1.2. Si en tus manos está el cambiar la situación
entonces para que te desesperas. Relájate y simplemente actúa en el momento
adecuado.
2. Ora por el lugar donde se
desarrolla tu vida. V 7 “Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y
rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.” si estás
viviendo en un lugar que no estaba
dentro de tus planes se agradecido con ese lugar ya que Dios lo ha
utilizado para darte lo que tiene.
3. Espera el tiempo que tienes que
esperar. V 10 “Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta
años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para
haceros volver a este lugar.” la paciencia es fundamental para disfrutar todo
momento. Nada puedes cambiar con desesperarte. Mateo 6: 27 “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se
afane, añadir a su estatura un codo?”
4. Dios tiene los mejores deseos
para nosotros y solamente a través de las pruebas los podemos lograr. V 11 “Porque yo sé los
pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y
no de mal, para daros el fin que esperáis.” recuerda que así no lo entendamos
todo lo que nos pasa es para bien. Romanos 8: 28 “Y sabemos que a los
que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme
a su propósito son llamados.”
Ten paciencia con la plena
seguridad de que detrás de esos sufrimientos se oculta algo maravilloso. . Romanos
8: 18 “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no
son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.”
5. Cree que Dios siempre está listo
para oírte. V 12 “Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;”
6. Deja que la prueba sensibilice
tu corazón en lugar de endurarlo. V 13 “y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro
corazón.”
7. Aprovecha la dificultad para
buscar a Jehová. Lo ideal seria buscar a Jehová en los mementos buenos. V 14 “Y seré hallado por
vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas
las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré
volver al lugar de donde os hice llevar.”
En el mundo hay un adagio popular
que dice: si te caen limones aprende hacer limonada. No son los problemas los
que terminan con una persona. Lo que en realidad destruye es la actitud
negativa frente a los problemas.
No dejes que las circunstancias
difíciles te arruinen tu forma de vivir. Si lo que estás pasando tiene solución
para que te desesperas, pero si lo que estás pasando no tiene solución entonces
para que te desesperas. Deja que Jesucristo te dé de su paz y cambie tu manera
de vivir.