Jeremías tuvo que enfrentarse a uno
de los falsos profetas de ese tiempo. V 1 “Aconteció en el mismo año, en el principio del reinado de Sedequías
rey de Judá, en el año cuarto, en el quinto mes, que Hananías hijo de Azur,
profeta que era de Gabaón, me habló en la casa de Jehová delante de los
sacerdotes y de todo el pueblo, diciendo:”
Jeremías
sabía perfectamente que Ananías decía mentiras. V 15 “Entonces dijo el
profeta Jeremías al profeta Hananías: Ahora oye, Hananías: Jehová no te envió,
y tú has hecho confiar en mentira a este pueblo.” el castigo para ese falso profeta fue la
muerte. V 16 “Por tanto, así ha
dicho Jehová: He aquí que yo te quito de sobre la faz de la tierra; morirás en este
año, porque hablaste rebelión contra Jehová.”
Hoy en día el castigo para los
falsos pastores que dicen mentiras para entretener a la gente no es la muerte
física pero si al final será repudiado por Jehová. Mateo 7: 21-23 “No todo el que me
dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé:
Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”
Hoy en día también tenemos que
enfrentarnos a falsos pastores que enseñan mentiras a la gente.
A estos pastores no les importa la salvación
de las almas a ellos lo único que les importa es tener llenos sus locales.
El mayor problema de hoy en día es
que a la diferencia de jeremías que buscaba la verdad a la gente de hoy le
gusta que le digan mentiras. 2 Timoteo 4: 3 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que
teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias,”
Uno de los factores determinante
para que cada día surjan más pastores mentirosos es que cada día hay más
cristianos ignorantes de la palabra de Dios. El pueblo de Dios en la antigüedad
se perdió por falta de conocimiento y hoy sigue la gente perdiéndose por
la misma causa. Oseas 4: 6 “Mi pueblo fue destruido,
porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te
echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me
olvidaré de tus hijos.”
Lo único que puede ayudarnos a no
caer en las garras de los falsos pastores es si nos esforzamos por adquirir
conocimiento. Juan 8: 32 “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
La iglesia de Berea era ejemplo de confrontar
cualquier predicación o enseñanza con la palabra de Dios. Hechos 17: 11 “Y éstos eran más nobles que
los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
Cada día los tiempos son más
difíciles. En el mundo abunda la desolación solo permaneciendo junto a Jesucristo
podemos tener verdadera paz. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo
tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
En el mundo cada día es más común
encontrar personas enfermas, endeudadas, hogares descompuestos. Etc. Y esto es
lo que los falsos pastores aprovechan para prometerles a la gente sanidades y soluciones
de manera instantánea y no importa cuál sea la creencia de le gente.
El pueblo de Dios estaba bajo el
yugo de babilonia y Hananias lo sabía por eso él les ofrecía lo que ellos querían
oír. V 10-11 “Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta
Jeremías, y lo quebró. Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo,
diciendo: Así ha dicho Jehová: De esta manera romperé el yugo de Nabucodonosor
rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones, dentro de dos años. Y
siguió Jeremías su camino.” hoy en día los falsos pastores saben no hay ser
humano en el mundo que no tenga una necesidad por eso a todos les hablan de
acuerdo a como quieren oír para tenerlos contentos.
Muchos pastores han perdido la
visión de Jesucristo. Los falsos pastores no se preocupan por llevar palabra de
salvación hoy se especializan en anunciar las añadiduras. Ellos saben que lo
que más anhela una persona es un milagro y eso es lo que ellos ofrecen no
importa si Dios está tratando a esa persona a través de eso que le está
sucediendo.