Mucha gente se queja por no tener libertad, piensan estar
aprisionados a alguien o a algo. Pero una cosa es ser libre y otra bien
diferente es saber vivir la libertad. Somos libres, pero la gran mayoría de la
gente no sabe vivir plenamente la libertad. Muchos piensan que solo serán
libres cuando salgan del colegio, después de la graduación en la universidad,
después de conseguir un empleo, después que salga de casa para vivir solo,
después que gane su propio dinero, después que sea rico, después que se jubile,
etc.
Pero la verdad es que en el
mundo antes de conocer de Jesucristo éramos esclavos, aparentemente no de los
demás porque no estamos encadenados o con grilletes
Los demás nos esclavizan a través de
nuestros propios prejuicios, representados en temores, demasiada
autosuficiencia etc.
Nuestra esclavitud a nuestros
conflictos son los que nos estaban llevando a la destrucción. V 15 “Pero si os mordéis
y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.”
Nuestra manera de vivir determina si
somos libres o esclavos. Una persona esclava de sus prejuicios vive en
conflictos con los demás y consigo mismo. V 19-21 “Y manifiestas son
las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 5:20
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, 5:21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y
cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he
dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”
Solo Jesucristo puede hacernos
verdaderamente libres. V 1 “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo
nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.”
Cuando volvemos a las cosas que
dejamos en el mundo volvemos a ser esclavos y nos soltamos de Jesucristo. V4 “De Cristo os
desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.”
Solo el espíritu de Dios nos mantiene
firmes en nuestra fe y fidelidad delante de Dios. V 5 “Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la
justicia;”
Sin el espíritu santo podemos correr
muy bien por algún tiempo, pero cuando menos lo esperamos el mundo nos detiene.
V 7 “Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?”
El cambio repentino de un cristiano
no proviene de Dios. V 8 “Esta persuasión no procede de aquel que os llama.”
Satanás utiliza falsos cristianos
para dañar el corazón de un verdadero adorador de Cristo. V 9 “Un poco de levadura
leuda toda la masa.”
La libertad que nos ofrece Cristo
debe estar regulada por:
1. Autodisciplina. Josué 1: 7 “Solamente
esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que
mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra,
para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.”
2. Responsabilidad en el manejo de
nuestra vida. Santiago 2: 12 “Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser
juzgados por la ley de la libertad.”
3. Trabajo Duro. Proverbios 28: 19 “El que labra su
tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de
pobreza.”