Dios desde el
principio creó al hombre para que viviera en paz, con su pareja, con los
animales y con toda la naturaleza.
Cuando Adán y Eva
pecaron fueron echados del paraíso, ese lugar donde podían vivir en paz.
Parte de la consecuencia
del pecado fue que ya no podrían vivir en paz. La mujer tenía que estar bajo
sujeción del hombre y esto significaba problemas. Los seres humanos por lo
general no sabemos mandar y mucho menos someternos.
Este grave problema
se estaba viviendo en la iglesia de los gálatas.
Todos queremos vivir en paz que los
demás nos hagan sentir bien, pero por lo que menos nos preocupamos es por
trabajar en la construcción de la paz.
Dios quiere que vivamos en paz pero
él no nos la va a dar en un lindo paquete de regalo, el nos da los materiales
con los cuales podemos construirla nosotros mismos.
Como podemos construir un mundo de
paz, como podemos construir un nuevo paraíso aquí en la tierra comenzando por
nuestro hogar.
1. Restaurando. Nuestra labor sobre
todo como cristianos es restaurar la vida de las personas que están
equivocadas. V 1 “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois
espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti
mismo, no sea que tú también seas tentado.”
2. Ayudando a llevar las cargas de
los demás. Lo más agradable es cuando sentimos que le preocupamos a los demás y
que están dispuestos ayudarnos más que solo señalarnos por nuestro error. V 2 “Sobrellevad los
unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”
3. No aparentar lo que no somos. Esto
causa malestar entre los demás. V 3 “Porque el que se cree ser algo, no
siendo nada, a sí mismo se engaña.”
4. Fíjate en tus obras. Antes de
criticar a los demás es bueno que revisemos nuestros actos, a ver si estamos
libres de culpa. V 4 “Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá
motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro;”
5. Debemos ser agradecidos. Es
necesario que aprendamos a reconocer la buena labor que hacen los demás y sobre
todo cuando lo hacen por nosotros. V 6 “El que es enseñado en la palabra,
haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.”
Todo lo que sembramos es lo que
cosechamos, no podemos sembrar odio y cosechar amor, como quieres que los demás
te traten de esta misma forma trata a los demás. V 7 “No os engañéis;
Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también
segará.”
El mundo cada día es más difícil pero
esto no debe desanimarnos, debemos tener paciencia y esforzarnos por hacer el
bien, no te canses tarde o temprano nuestra paciencia dará buenos frutos. V 9 “No nos cansemos,
pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”
No esperes que te pidan un favor,
busca la oportunidad para poderlo hacer, esto traerá bendición a tu vida. V 10
“Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente
a los de la familia de la fe.”
No obligues a otros a que hagan cosas
que ni tú las puedes ni las quieres hacer. V 13 “Porque ni aun los mismos que se
circuncidan guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para
gloriarse en vuestra carne.”
La paz depende de ti y de mi,
nosotros tomamos la decisión de cómo queremos vivir. La paz no depende de los
demás, vivir en paz es nuestra decisión.