miércoles, 22 de junio de 2016

Ministerio con Unción. 1 Tesalonicense 2.

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Es muy común hoy en día escuchar hablar de personas con unción o ministerios con unción por lo general consideramos que un ministerio con unción o una persona con unción es alguien con mucho renombre y muy usado de parte de Dios para hacer grandes milagros y prodigios.
En la antigüedad ungir no era más que untar con aceite las orejas de las ovejas para evitar que los insectos hicieran nido en ellas.
Pero la Biblia también define como ungir el acto de apartar a alguien a través de untarle aceite para una actividad en particular.
Por lo tanto un ungido no es más que alguien apartado o consagrado para servirle a Dios.

El trabajo de la unción la hace el Espíritu Santo es el quien nos separa y nos capacita para servir. Pero más que darnos súper poderes lo que hace es capacitarnos para servir.
En que nos ayuda él ser ungidos.
1. Lo que hacemos para Dios no es en vano. V 1 “Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no resultó vana” hay muchas personas sin unción que trabajan muy pero muy duro pero no tienen ningún resultado ocasionando esto desánimo y la decisión de ya no continuar o lo que es más triste en el afán de buscar resultados favorables deciden convertirse al mundo y manejan un ministerio con el nombre de Cristo pero bajo ordenanzas del mundo.
2. Nunca se cansa ni se rinde de predicar el verdadero evangelio a pesar de los diferentes obstáculos que se le puedan presentar. V 2 “pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.
3. Las predicas no buscan agradar a los hombres sino a Dios. V 4 “sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones” muchos predicadores sin unción en su afán de mantener el grupo o engrandecerlo se dedican a preparar sermones que a la gente le agrade con el fin de tenerlos contentos.
Para el Apóstol Pablo alguien que trata de agradar a los hombres deja de ser siervo de Dios para convertirse en esclavo de la gente. Gálatas 1: 10 “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.”
Muchos pastores que mantienen a la gente contenta a punta de shows se han convertido en sus esclavos tanto que ahora ya no pueden dejar de hacerlos porque saben que se quedan sin nadie ellos saben que la gente acude por los shows y no por ellos y mucho menos por Dios.
4. Habla palabras de verdad sin necesidad de fingir. V 5 “Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo
5. No hace las cosas para gloriarse delante de los hombres. V 6 “ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo” lo hace porque ama el hacerlo.
6. Trata a sus discípulos con amor de Madre ni siquiera de padre. V 7 “Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.” solo el amor de una madre es capaz de dar la vida por sus hijos. V 8 “Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.” una persona con unción no busca beneficios personales.
7. Nunca se cansa de trabajar por la obra de Dios. V 9 “Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.” no importa cuán mal nos paguen los demás siempre seguimos trabajando con fuerza y dedicación.
8. Un Ungido siempre será como un  Buen Padre para los demás. V 11 “así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros
Hacer la obra de Dios en nuestras fuerzas sería difícil y frustrante solo cuando Jesucristo nos unge lo que hacemos por los demás siempre vale la pena. Nunca hagas las cosas de acuerdo a tu parecer siempre pide la orientación y el respaldo de Dios.