Para ser
un cristiano no es suficiente con tan solo congregarse en alguna iglesia
cristiana, tan solo el hecho de entrar en un taller de mecánica no
nos convierte en carro, ¿verdad?
Para ser un cristiano verdadero es necesario tener
un encuentro con Jesús, una cosa es encontrarse con personas que nos hablan de
Jesucristo, otra es encontrarse con él.
Pablo quería que los romanos no solo se enteraran del
Cristo maravilloso, él quería que ellos se encontraran con Jesús, lo importante
del pueblo de Dios es que de alguna manera marque diferencia con ese mundo de
donde un día Cristo nos rescató. Y no es para menos se está hablando de un
mundo para salvación y de un mundo para condenación.
Pablo
consideraba que era necesario que los romanos entendieran algunas cosas que los
distinguiría como cristianos y les garantizaría la bendición de Dios.
1. Misericordia. Solo cuando nosotros
reconocemos que nuestra vida ha cambiado por la pura misericordia de Dios, no
somos capases de juzgar a los demás, y antes por lo contrario, rogamos al padre
para que ellos un día también tengan un encuentro con nuestro amado Jesucristo,
entendiendo que solo él los podrá cambiar. V 4 “¿O
menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando
que su benignidad te guía al arrepentimiento?” es desnecesario que entendamos
que si hoy somos diferentes no es por nuestra fuerza, y sobre todo que si hoy
somos salvos no es porque lo mereciéramos, es por el gran amor de Dios.
2. Arrepentimiento: cuando nos
arrepentimos de corazón, no solo obtenemos el perdón de Dios, sino que nos
acordamos que somos pecadores imperfectos al igual que los demás, el
arrepentimiento es un acto de humildad. A través del arrepentimiento podemos
tener intimidad con Dios, podemos tener comunión con Jesucristo. Cuando nos
arrepentimos podemos gozarnos con Dios, la falta de arrepentimiento nos hace
sentir culpables por lo tanto no disfrutamos, no nos deleitamos de la presencia
de Dios. V 5 “Pero por tu dureza y por tu corazón
no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la
revelación del justo juicio de Dios”
3. Dios para todos: es necesario
entender que Dios, no es un Dios de épocas, el Dios del pueblo de Israel, es el
mismo Dios que hoy nos rige a nosotros, no podemos decir; es que eso era antes,
o eso es para los que están bajo la ley. V 11-12 “porque no hay acepción de personas para con Dios.
2:12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados”
2:12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados”
4. El Cristianismo no es un apodo: no
solo debemos creernos cristianos debemos serlo, más que llamarnos cristianos
porque vamos a una determinada iglesia, lo que nos debe identificar como tales,
debe ser nuestro comportamiento, de nada sirve que enseñemos a otros lo que
nosotros no podemos cumplir. V 17-20 “He aquí,
tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en
Dios,
2:18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
2:19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
2:20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad”
2:18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
2:19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
2:20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad”
5. Forma de vida: el cristianismo más
que una religión es una forma de vida, la religión solo nos enseña nuevas
costumbres, Cristo nos enseña a vivir tal como a él le gusta, hoy en día hay
muchos cristianos que tan solo son gente mala con buenas costumbres, la buena
costumbre de orar, la buena costumbre de ayunar, etc. V 21-23” Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te
enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas?
2:22 Tú qué dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
2:23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?”
2:22 Tú qué dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
2:23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?”
6. En nosotros ven a Dios: cuando
decimos en nosotros los no creyentes ven a Dios, no significa que somos tan
santos que nuestro rostro ya se parece al de Cristo, los de afuera van a hablar
de Dios de acuerdo a nuestro testimonio, es decir nuestra forma de vida, si
nuestra forma de vida es correcta la gente va amar a Jehová Dios, de lo
contrario la gente odiara a Dios por nuestra culpa. V 24 “Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los
gentiles por causa de vosotros”
7. La ley fundamento del cristiano: lo
único que puede transformar nuestra vida es la palabra de Dios, el evangelio
tiene poder. El cristiano verdadero debe ser un enamorado de la ley. V 25;
28-29 “Pues en verdad la circuncisión
aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu
circuncisión viene a ser circuncisión. Pues no es judío el que lo es
exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la
carne;
2:29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios” para Dios es tan importante su palabra que él no escucha la oración de alguien que desprecie su ley, Proverbios 28:9 “El que aparta su oído para no oír la ley,
Su oración también es abominable”
Conclusión: no es suficiente con
parecer un cristiano es necesario serlo, solo la obediencia a la palabra nos
hará mejores y verdaderos cristianos.
2:29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios” para Dios es tan importante su palabra que él no escucha la oración de alguien que desprecie su ley, Proverbios 28:9 “El que aparta su oído para no oír la ley,
Su oración también es abominable”