Jesucristo comisiono a sus Discípulos
para que transmitieran su mensaje de salvación a todo el mundo y a través de ellos también nosotros somos
enviados con esa misma misión. Juan 17: 20-21 “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por
los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno;
como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea que tú me enviaste.”
Jesús
sabe que por nuestra naturaleza pecaminosa y por nuestra imperfección
difícilmente podríamos cumplir con tan grande tarea que él nos encarga, por
esta razón él nos deja a su santo espíritu para que a través de él podamos
lograr cumplir con la misión.
Hechos 1: 8 “pero recibiréis poder, cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
En qué forma Acciona en nosotros el Espíritu santo.
1. Nos aparta para lo obra de Jesús.
V 2 a “Ministrando
éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a” nosotros
no somos los que escogemos servirle a Jesús es el quien nos escoge y por eso él
nos respalda.
2. Nos da una misión o un propósito.
V 2 b “Saulo
para la obra a que los he llamado.” Es el espíritu santo quien nos
dice que hacer.
4. Nos envía a trabajar en la obra.
V 3 “Entonces,
habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.”
5. Nos da valor para resistir al
diablo y a sus aliados. V 9-10 “Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu
Santo, fijando en él los ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda
maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar
los caminos rectos del Señor?”
6. Hace que los que nos escuchan
crean en nuestro mensaje. V 12 “Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó,
maravillado de la doctrina del Señor” cuando el espíritu santo convence
no tenemos que nosotros hacer cosas humanas para convencer a quienes nos
escuchan. Esto nos impide desvirtuar el evangelio o cambiarlo por shows agradables a los hombres.
7. Nos da denuedo para hablar de
las maravillas de Jesús. V 16 “Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dijo:
Varones israelitas, y los que teméis a Dios, oíd:”
8. Hace que a la gente le guste
nuestro mensaje. V 43 “Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos
piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a
que perseverasen en la gracia de Dios.”
9. Nos muestra cuando actuar y nos
da sabiduría para hacerlo. V 46 “Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A
vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de
Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he
aquí, nos volvemos a los gentiles.”
10. Nos da gozo a pesar de las persecuciones
o rechazos. V 50-52 “Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas, y a los
principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y
los expulsaron de sus límites. Ellos entonces, sacudiendo contra ellos el polvo
de sus pies, llegaron a Iconio. Y los discípulos estaban llenos de gozo y del
Espíritu Santo.”
11. Convence al mundo de pecado.
Juan 16: 8 “Y
cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.” el espíritu
santo hace que nuestro trabajo de evangelizar sea mas fácil.
12. Nos enseña todo lo que tenemos
que hacer. Juan 14: 26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en
mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho.”
Todos los que nos hemos dispuesto a
servir a Jesús debemos pedir la llenura del espíritu santo para poder hacer
nuestro trabajo de manera eficiente. Lucas 11: 13 “Pues si vosotros, siendo
malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre
celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”
Jehová a dispuesto todo para que tú
y yo le podamos servir de manera eficiente en su obra de salvación lo único que
tenemos que hacer es dejar que el espíritu santo actué en nosotros.