La Oración no solo es para
lamentarnos o para pedir, la oración es esa puerta que nos permite enterar a la
presencia de Dios.
Cuando utilizamos la oración para
estar en intimidad con Jesús nos sentimos victoriosos cualquiera que sea el
resultado de nuestra petición.
Cuando
alguien ora solo para pedir y Dios no le concede lo que pide de la forma como
lo espera se siente decepcionado y termina cansándose de orar. Esta es la razón por lo que muchos cristianos dicen
ya estar desanimados y sin fuerzas para continuar al lado de Jesús.
Como salir victoriosos por la Oración.
1. No desesperándonos en los
momentos difíciles. Una oración desesperada nos lleva a vivir más en angustia.
La iglesia estaba pasando por
momentos de suprema angustia.
1.1.La iglesia estaba
siendo maltratada. V 1 “En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la
iglesia para maltratarles.”
1.2.Mataron a
Jacobo. V 2 “Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan.”
1.3.Pedro
estaba preso y sin posibilidades de salir estaba bien custodiado. V 3-4 “Y viendo que esto había
agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los
días de los panes sin levadura. Y habiéndole tomado preso, le puso en la
cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le
custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua.”
La verdad es que parecía que todo les salía mal. En muchas
ocasiones nos sentimos en esa misma condición por más que nos esforzamos parece
que no conseguimos lo que queremos.
La iglesia no tenía posibilidades
humanas para ayudar a pedro así que hicieron uso de lo más fuerte que los podía
ayudar… ¡La Oración! V 5 “Así que Pedro estaba
custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.”
2. Teniendo tranquilidad y
esperanza en Cristo. V 8 “Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y
le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme.” pedro confiaba en cristo así que
el después de orar se dispuso a dormir y a dejar que actué Dios.
3. Creyendo que Jesús se mueve en
lo sobrenatural. V 7 “Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció
en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate
pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.” Dios siempre enviara a
alguien al que menos esperamos para ayudarnos.
4. Obedeciendo a Jesús así no
entendamos lo que nos pide que hagamos. V 8-9 “Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y
le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. Y saliendo, le seguía; pero no
sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una
visión.” el problema de muchos de nosotros es que cuestionamos las decisiones
de Dios y queremos decirle como hacer el milagro.
5. Entendiendo que Dios nos permite
pasar por situaciones difíciles para que creamos en su poder. Pedro concia muy
bien a Jesús pero no estaba muy seguro de su gran poder. V 10- 11 “Habiendo pasado la primera
y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la
cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel
se apartó de él. Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo
verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de
Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba.”
Recuerda que Herodes ya había dado
la orden de sacar a pedro pero Jesús se le adelanto para que pedro no terminara
confiando más en el hombre que en Dios. V 6 “Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro
durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de
la puerta custodiaban la cárcel.”
6. Reuniéndonos para Orar unánimes.
Estar unánimes es tener un mismo sentir, tener un mismo propósito. Hay muchas
personas que están juntas más no unánimes. V 12 “Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de
Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.”
La Oración no solo es para pedir o
exigir un milagro, la oración es esa puerta que nos lleva a la presencia de Dios.
A través de la oración podemos deleitarnos y gozarnos de la presencia de Jesús.