jueves, 10 de diciembre de 2015

La Honra para Dios. Malaquías 1.



La verdad es que cada día surgen más y más iglesias hay cristianos por doquier.
Los estadios se llenan de personas que dicen ser cristianas la pregunta seria. ¿Por qué esa gente está llenando estadios?
¿El motivo es adorar y honrar a Dios? O simplemente se reúnen porque alguien les dijo que en ese lugar recibirán sanidad, prosperidad o tranquilidad ante tantas angustias que hoy se vive en este mundo.
El verdadero culto que exige Jehová es aquel en el cual nosotros nos ofrecemos como sacrificio vivo delante de Jehová. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.


Muchas personas le llamamos padre a Jehová y a él le agrada que digamos esas palabras. Lo que a él le preocupa es que le digamos padre pero no nos sometamos como hijos.
Reclamaciones de Jehová,
1. Le cuestionamos su amor por nosotros. V 2 “Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob” cuantas veces nosotros le decimos a Dios si tú nos amas entonces porque nos sucede esto, o lo más típico si Dios nos ama porque permite tanta violencia o tanta maldad.
2. Luchamos en nuestras fuerzas y desafiamos el poder de Dios. V 4 “Cuando Edom dijere: Nos hemos empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado; así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré; y les llamarán territorio de impiedad, y pueblo contra el cual Jehová está indignado para siempre.” muchas veces hacemos planes sin contar con la aprobación de Dios. Hablamos de nuestros planes o proyectos futuros como si solo dependieran de nuestra capacidad y no de la voluntad de Jesucristo. Santiago 4: 13-14 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
3. No honramos a Jehová como nuestro Padre. V 6 a “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra?
4. No le tememos. V 6 b “y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros,” el problema es que hoy en día creemos mucho en Jesucristo pero no le tememos creemos solo en su gran amor y no entendemos que él también nos corrige. Los demonios creen y tiemblan porque saben que es lo que Jehová les hará.  Muchos de nosotros solo creemos ya no temblamos. Santiago 2: 19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
5. Menospreciamos su nombre. V 6 c “oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?” cuando nosotros pensamos que él no castiga o que no corrige que solo es amor estamos menospreciando su autoridad.
6. No honramos el altar del Señor. V 7 “En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.” las cosas consagradas a Dios no las debemos idolatrar pero si las debemos tratar con respeto.
7. No le damos lo mejor de nosotros. V 8 “Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.” pregúntate cuando te congregas le das lo mejor del tiempo que dispones o vas de afán. Eres de los que llegan de último y salen de primero.
Cuando te diriges en oración. Buscas un lugar apropiado libre de toda interrupción. Para darle lo mejor en oración debemos apagar el televisor, el celular o cualquier otra cosa que se convierta en estorbo en nuestra comunicación con Dios.

Jehová no solo está buscando personas interesadas en recibir un milagro. Jehová quiere un pueblo que lo ame con todas sus fuerza y que lo adore en espíritu y en verdad.