Todos los seres humanos tenemos que
hacer cosas unas más importantes que otras. Es muy importante saber qué es lo
que queremos hacer pero mucho más importante es saber para qué es que las vamos
hacer.
Una persona que sabe el porqué de
las cosas no se cansa, siempre vive estimulado, no se desanima con facilidad,
se convierte en ayuda más que en carga.
Una
persona que no sabe el porqué de las cosas en lugar de ser ayuda se convierte
en carga y estorbo para los demás.
Debemos saber por qué hacemos las
cosas tanto en el área espiritual como en la secular.
El porqué de algunas cosas.
1. Ayuda sin ningún interés de
recompensa o de fama. V 2 “Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante
de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser
alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.” muchas
personas hacen buenas obras pero no porque sean muy buenos lo hacen simplemente
porque esperan ser más populares.
Dios quiere que hagamos buenas
obras pero por amor. V 3 “Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace
tu derecha,” las personas que hacen cosas para los demás pero de manera
interesada por lo general se sienten vacíos y
decepcionados cuando no consiguen el reconocimiento que esperaban.
2. Ora para estar en intimidad con
Dios y no para que te consideren el más santo. V 5 “Y cuando ores, no seas como los
hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas
de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen
su recompensa” no se trata de competir por quien es el que ora
mejor no te conviertas en un profesional de la oración. La oración más que de
técnica se trata de corazón. V 7 “Y orando, no uséis vanas
repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos”
La verdadera oración se la hace con
humildad. Así estés en un lugar público aprende a estar en intimidad con Dios. V
6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu
Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público.” tu corazón puede ser tu aposento y tus ojos pueden ser las
puertas. No permitas que nada te impida estar en la presencia de Dios.
3. Ayuna para estar en intimidad
con Dios y no para llamar la atención de los demás. V 16 “Cuando ayunéis, no seáis austeros,
como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los
hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa” los
ayunos que se organizan con el ánimo de solo pedir milagros son desagradables
para Dios. Zacarías 7: 5-6 “Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando
ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años,
¿habéis ayunado para mí? Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para
vosotros mismos?”
4. No acumules Riquezas solo para
ti. V 19 “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y
donde ladrones minan y hurtan” trabajar duro tan solo para
acumular dinero hace que la vida no tenga sentido. Nuestro trabajo debe tener
una motivación y que mejor que esa motivación sea nuestra familia y el reino de
Dios.
Nosotros debemos manejar el dinero
y no debemos permitir que el dinero nos maneje a nosotros. V 24 “Ninguno puede
servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al
uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” tener
dinero o anhelar tenerlo no es malo lo malo es el excesivo amor al dinero. 1
Timoteo 6: 10 “porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”
Él nos saber para qué hacemos las
cosas causa afán y desesperación. V 25 “Por tanto os digo: No os afanéis por
vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo,
qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que
el vestido?” no importa cuánto te afanes las cosas siempre serán como
son. V 27 “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura
un codo?” esto no quiere decir que no debemos tener planes para
nuestra vida.
No hagas las cosas tan solo por
hacerlas antes de emprender una actividad piensa para que la vas hacer y sobre
todo para quien. Las personas de éxito son aquellas que sus actos no son egoístas
sino altruistas.