Todo en la tierra tiene un
principio y tiene un fin. Es obvio que este sistema de cosas que conocemos
llegara a su fin.
En ese fin de los tiempos la
humanidad será juzgada unos para condenación otros para libertad. V 2 “Y muchos de los que duermen en el
polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para
vergüenza y confusión perpetua.”
Serán
momentos terribles porque Jesucristo ya no estará como el salvador como lo es
en estos tiempos. En el tiempo del fin Jesucristo será nuestro juez. V 1 “En aquel tiempo se
levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo;
y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces;
pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos
en el libro.”
Hoy podemos pecar y arrepentirnos
Jesucristo es nuestro abogado. 1 Juan 2: 1 “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y
si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el
justo.” En el tiempo del fin ya no habrá lamento o suplica que
valga.
Cuando nosotros pecamos y Jesucristo
nos perdona no perdemos la salvación pero perdemos privilegios en ese nuevo orden
o gobierno. Solo los que se mantengan útiles y fieles aquí en la tierra
gobernaran junto a Jesucristo. Daniel 12: 3 “Los entendidos
resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia
a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.”
El reino de los cielos es un
gobierno y para que exista un gobierno deben haber gobernados y gobernantes. Si
tú eres uno más del montón aquí en la tierra también lo serás en el cielo.
Muchos nos preguntamos cuando será
ese tiempo. V 6 “Y
dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo
será el fin de estas maravillas?” pero la verdad es que ese tiempo
será incierto. V 9 “El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas
hasta el tiempo del fin.” es más Jesucristo nos dice que la fecha del fin
nadie lo sabe. Mateo 24: 36 “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino
sólo mi Padre.”
Los seres humanos somos acomodados
y si supiéramos cuando será el fin lo más seguro es que nos creeríamos con el
derecho de pecar hasta el último instante y después arrepentirnos.
Más que preocuparnos por las
señales que manifiestan la cercanía de ese gran día. Deberíamos preocuparnos de
cómo comportarnos.
1. Vive bien el día presente mañana
no sabes si vivirás. Mateo 6: 34 “Así que, no os afanéis por el día de
mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”
2. No tengas ansias. Vive en paz.
Mateo 6: 27 “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir
a su estatura un codo?”
3. Disfruta de este día es hecho
por Jehová. Salmos 118: 24 “Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él.”
4. Prepara tu casa es decir no
vivas de la improvisación. Hay un tiempo final para todos. Pero también a cada
uno nos llega el final de nuestro tiempo. Isaías 38: 1 “En aquellos días Ezequías enfermó de
muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así:
Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.”
No debemos preocuparnos por lo que
no sabemos si sucederá pero si deberíamos hacernos algunas preguntas tales
como:
4.1. ¿Si
hoy me tengo que ir mis hijos o mi familia podrían vivir sin mí? David era
agradecido con Jehová Dios porque él siempre se preocupó de entrenarlo. Salmos
144: 1 “Bendito
sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para
la guerra;”
4.2. ¿Cómo
están tus finanzas? Los dejas endeudados ¿tu muerte además de ser un dolor
también sería una carga?
5. Planifica bien tu vida. Lucas
14: 28.29 “Porque
¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y
calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que
después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean
comiencen a hacer burla de él,” por lo general los seres humanos ahorramos dinero
cuando se trata de esperar a un bebe. Pero no nos importa el día en que podemos
morir. Vivir bien es pensar en morir bien.
El tiempo del fin más que preocuparnos
o desesperarnos es para que empecemos a prepararnos y a dejar todo listo. Cada nuevo
día debe ser para nosotros un regalo maravilloso.