La gloria de Dios no solo tiene que
ver con un acto esplendoroso o deslumbrante. La gloria de Dios tiene que ver
con su presencia en un lugar o en una persona.
El templo se llenó de la presencia
de Dios. 43: 4-5 “Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que
daba al oriente. Y me alzó el Espíritu y me llevó al atrio interior; y he aquí
que la gloria de Jehová llenó la casa.”
La gloria
de Dios se puede manifestar a través de una persona. Juan 1: 14 “Y aquel Verbo fue
hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
Que hace que la gloria de Dios se manifieste en un lugar o en una
persona.
1. Debemos renunciar al pecado o a
lo que hacemos y le molesta a Dios. 43: 9 “Ahora arrojarán lejos de mí sus fornicaciones, y los cuerpos
muertos de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre.”
2. No debemos anhelar lo pasado.
43: 10 “Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta casa, y
avergüéncense de sus pecados; y midan el diseño de ella.” Es decir
nos debemos avergonzar de lo que hacíamos.
¿Para qué sirve avergonzarnos de
lo malo del pasado?
2.1. Nos
impide regresar a lo que hacíamos antes.
2.2.
Valoramos lo que tenemos.
2.3. Luchamos
cada día por avanzar o mejorar. Esta es la única forma de alejarnos cada día más
de nuestro pasado pecaminoso.
3. No debemos meter impurezas al
templo. 44: 6-7 “Y dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el
Señor: Basta ya de todas vuestras abominaciones, oh casa de Israel; de traer
extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en
mi santuario y para contaminar mi casa; de ofrecer mi pan, la grosura y la
sangre, y de invalidar mi pacto con todas vuestras abominaciones.” el lugar
de Adoración debe ser santo ya que es consagrado a Jehová. El templo no se lo
debe idolatrar pero tampoco se lo debe deshonrar. Si tú dices que en el templo
esta la presencia de Dios entonces respétalo como tal.
4. No Poner a ministrar o a servir
a personas que viven en pecado y no se arrepienten. V 13 “No se acercarán a mí para
servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, a mis
cosas santísimas, sino que llevarán su vergüenza y las abominaciones que
hicieron.”
5. Siendo Fieles a Jehová. V 15-16
“Mas los sacerdotes
levitas hijos de Sadoc, que guardaron el ordenamiento del santuario cuando los
hijos de Israel se apartaron de mí, ellos se acercarán para ministrar ante mí,
y delante de mí estarán para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Jehová el
Señor. Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme,
y guardarán mis ordenanzas.” servirle a Dios es todo un privilegio que cualquiera
no lo puede hacer.
Si tú eres un siervo de Dios toma
en serio tu ministerio no sea que Dios te deseche y ya no quiera que le sirvas.
6. Honrando a Dios con nuestra forma
de vestir. V 18 “Turbantes de lino tendrán sobre sus cabezas, y calzoncillos de lino
sobre sus lomos; no se ceñirán cosa que los haga sudar.” la forma
de vestir no nos hace más santos pero si dice mucho de a quién es que le
servimos. Las empresas del mundo nos dan ejemplo ellos exigen que sus empleados
se vistan de acuerdo a la importancia de la empresa. Con nuestra vestimenta honramos
o deshonramos a Dios. Éxodo 28: 1-2 “Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos
consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y
a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón. Y harás vestiduras sagradas a
Aarón tu hermano, para honra y hermosura.”
La vestimenta al igual que todos
los elementos destinados al servicio en la iglesia no se deben utilizar para
actividades del mundo. V 19 “Cuando salgan al atrio exterior, al atrio de afuera, al pueblo, se
quitarán las vestiduras con que ministraron, y las dejarán en las cámaras del
santuario, y se vestirán de otros vestidos, para no santificar al pueblo con
sus vestiduras.”
7. Diferenciando entre los bueno y
lo malo. Lo santo y lo profano. V 23 “Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo
profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio”
Dios desea manifestarse a nosotros
y nosotros deseamos la manifestación de la gloria de Dios en nuestra vida. Pero
para lograrlo se necesita más que tan solo desearlo es necesario mantenernos en
santidad delante de él.