Una vida fructífera es una vida capaz
de llegar a la multiplicación o al logro de sus sueños y metas.
Una vida fructífera es una vida
útil y que tiene un sentido hay personas
que tienen propósitos en su vida se han dispuesto conseguir algo y luchan con
gran dedicación pero a pesar de que tiene un propósito su vida no tiene
sentido.
Por
más que trabajan duro y consiguen lo que tanto anhelan sienten que su vida está
vacía a eso se le puede llamar una vida estéril o que no es fructífera.
El deseo de Dios con el hombre
desde un principio es que fuera fructífera y con capacidad de multiplicarse.
Génesis 1: 27- 28 “Y creó Dios al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los
bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”
Como conseguir una Vida Fructífera.
1. Aprendiendo a ser los mejores en
lo pequeño. Éxodo 1: 5 “Todas las personas
que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y José estaba en Egipto.” el pueblo
de Israel era muy pequeño tan solo eran 70. Si en lo poco somos excelentes
también lo seremos en lo mucho. Mateo 25: 21 “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido
fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”
2. Luchando por mejorar a pesar de
las circunstancias Desfavorables. V 7 “Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron
aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra.”
3. No poniéndose límites. V 8-9 “Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a
José; y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel
es mayor y más fuerte que nosotros.” muchos de los limites están en nosotros. Los temores
y los traumas se convierten en nuestros peores enemigos.
4. Trabajando sobre Presión. V
11-12 “Entonces pusieron
sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y
edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés Pero
cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que
los egipcios temían a los hijos de Israel.” La presión nos entrena para soportar la ansiedad y
adquirir paciencia y sobre todo nos enseña a encontrar soluciones en medio del
caos.
5. No Permitiendo que las
Ocupaciones nos alejen de lo prioritario. V 13- 14 “Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza, y
amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda
labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor.” hay
personas que buscan mantenerse ocupados para huir de sus responsabilidades.
6. Confiando en que Dios nos
protege de quienes no quieren vernos fructificar. V 16-17 “Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es
hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva. Pero las parteras temieron a
Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la
vida a los niños.”
6.1. Dios
Bendice a quienes ayudan a su pueblo. V 20-21 “Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se
fortaleció en gran manera Y por haber las parteras temido a Dios, él
prosperó sus familias.”
6. 2. No es
Perdido lo que hace por un Siervo de Dios. Mateo 10: 42 “Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría
solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su
recompensa”
7. Entendiendo que el fructificar
es una Obligación. Juan 15: 2 “Todo pámpano que en
mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para
que lleve más fruto.”
8. Estando consientes que el que
nos hace dar frutos es Jesucristo. Juan 15: 5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo
en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hace”
9. Uno de los Requisitos para ser
discípulos de Cristo es dar Frutos. Juan 15: 8 “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y
seáis así mis discípulos.”
Que nos Impide dar Frutos.
1. La Pereza. Proverbios 13: 4 “El alma del perezoso desea, y nada alcanza;
Mas el alma de los diligentes será prosperada.”
Mas el alma de los diligentes será prosperada.”
2. El No tener un Propósito. Lucas
14: 28-29 “Porque ¿quién de
vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los
gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después
que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean
comiencen a hacer burla de él,”
3. Las malas Compañías. 1 Corintios
15: 33 “No erréis; las malas
conversaciones corrompen las buenas costumbres.” De las personas con quien
nos relacionemos depende nuestro éxito o nuestro fracaso algunos nos darán animo
pero otros trataran de desanimarnos.
Dios es un Dios de resultados y ya
que nosotros somos hechos a su imagen y semejanza él nos exige resultados, la única
forma de llegar a ser personas de éxito es si aprendemos a dar frutos. Una
persona fructífera es aquella que siempre piensa en avanzar.