Los seres humanos por naturales
tendemos a reírnos cuando a alguien le sucede algo malo. Algunos lo hacen por
maldad otros lo hacen de manera involuntaria.
Cuantas veces tal vez te ha pasado
que cuando alguien que va en la calle y se cae te ha provocado risa pero al
instante has reaccionado y has actuado de manera diferente y hasta te has atrevido
a colaborar con esa persona.
De
cualquier manera no debemos alegrarnos de lo malo que le puede suceder a otra persona
esto no es bueno y es algo desagradable ante Dios y los demás.
Jehová se enojó mucho con los
amonitas por que se alegraron cuando le estaba yendo mal al pueblo de Israel. V
1-3 “Vino a mí palabra de
Jehová, diciendo: Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los hijos de Amón, y
profetiza contra ellos. Y dirás a los hijos de Amón: Oíd palabra de Jehová el
Señor. Así dice Jehová el Señor: Por cuanto dijiste: ¡Ea, bien!, cuando mi santuario
era profanado, y la tierra de Israel era asolada, y llevada en cautiverio la
casa de Judá;”
Porque no debemos alegrarnos del mal ajeno.
1. El mal se devuelve. V 6-7 “Porque así ha dicho Jehová
el Señor: Por cuanto batiste tus manos, y golpeaste con tu pie, y te gozaste en
el alma con todo tu menosprecio para la tierra de Israel, por tanto, he aquí yo
extenderé mi mano contra ti, y te entregaré a las naciones para ser saqueada;
te cortaré de entre los pueblos, y te destruiré de entre las tierras; te
exterminaré, y sabrás que yo soy Jehová”
2. Lo que sembramos eso es lo que
cosechamos. Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también segará”
3. Dios te puede avergonzar
prosperando a tus enemigos caídos. Proverbios 24: 17 – 18 “Cuando cayere tu enemigo,
no te regocijes, Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón; No sea que Jehová
lo mire, y le desagrade, Y aparte de sobre él su enojo.”
4. No importa cuántas veces se
caiga un justo siempre podrá levantarse y al final puedes ser avergonzado por
tu actitud. Proverbios 24: 16 “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los
impíos caerán en el mal.”
Que hace que nos alegremos del mal ajeno.
1. La envidia. Salmos 73: 2-3 “En cuanto a mí, casi se
deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los
arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.” la envidia nos hace caer
en pecado ya que envenena nuestro corazón y empezamos a sentir maldad.
2. El sentirnos inferiores a los
demás. Lo más difícil para el ser humano es el soportar el rechazo de los demás.
1 Timoteo 4: 12 “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes
en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.”
Como debemos actuar frente al mal ajeno.
1. Ayuda a quien lo necesita.
Ayudar al pobre es como prestarle a Jesucristo. Es el quien termina pagándonos.
Proverbios 19: 17 “A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo
volverá a pagar.”
2. Ten misericordia del caído. Dios
no quiere sacrificios él quiere un corazón misericordioso ante los demás. Mateo
9: 13 “Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no
sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al
arrepentimiento.”
3. Has a otros como quieres que
hagan contigo. Mateo 7: 12 “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con
vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los
profetas.”
4. Ama a los demás como a ti mismo.
Mateo 19: 19 “Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.” Una persona que ama
a los demás no puede burlarse o alegrarse del mal que pueda estar viviendo.
No te alegres del mal ajeno, para
sentirte importante no necesitas que otros les vayan mal. Para sentirte limpio
no necesitas enlodar o ensuciar a los demás. Tú eres importante. Jehová te escogió
tal como eres y él te restaurar hasta hacerte perfecto.