En este capítulo vemos que a tiro
le sucedió lo m ismo que Amon o a Moab y que las razones eran las mismas se
había alegrado del mal de Israel.
Pero en este caso hablaremos del
mal que causa el egoísmo en una persona.
Una persona egoísta solo piensa en
su propio beneficio y poco o nada le importa lo que pueda sucederle a los
demás.
Una
persona egoísta prefiere causarse daño a sí mismo a tener que compartir algo
con alguien. O prefiere no avanzar con tal de no tener que darle el crédito a
la persona que le puede ayudar.
Una pequeña historia nos ilustra al
respecto. Se dice que en cierto lugar vivía un hombre que era muy egoísta al
cual un día se le apareció un genio y le concedió un deseo. El hombre muy
contento dijo que quería cincuenta millones de pesos el genio le dijo que si
pero que tenía una condición: el doble de lo que el pida se lo daría a su
enemigo.
El hombre se pudo a pensar muy bien
antes de pedir. Después de unos minutos muy contento le dijo al genio: ¡Ya sé que pedir! Si a mi enemigo le vas
a dar el doble de lo que me des a mí. Entonces sácame un ojo.
El colmo del egoísmo ¿Verdad? El
hombre prefería perder uno de sus ojos con tal de que su enemigo pierda los
dos.
Esta historia parece exagerada pero
en muchas personas es la realidad. Dios se enojó mucho con los de Tiro porque
se alegraron cuando Israel estaba pasando por un momento de dificultad. V 1-2 “Aconteció en el undécimo
año, en el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo
de hombre, por cuanto dijo Tiro contra Jerusalén: Ea, bien; quebrantada está la
que era puerta de las naciones; a mí se volvió; yo seré llena, y ella desierta;”
Consecuencias del egoísmo.
1. Se gana el desprecio de los
demás, incluyendo el desprecio de Dios. V 3 “por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra
ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus
olas.”
2. Causa su propia destrucción. V 4
“Y demolerán los
muros de Tiro, y derribarán sus torres; y barreré de ella hasta su polvo, y la
dejaré como una peña lisa.”
3. Vivir en abandono. V 5 “Tendedero de redes será en
medio del mar, porque yo he hablado, dice Jehová el Señor; y será saqueada por
las naciones.” una persona egoísta poco a poco se va quedando sola.
4. Causa daño a otras personas en
especial a su familia. V 6 “Y sus hijas que están en el campo serán muertas a espada; y sabrán
que yo soy Jehová.”
5. Genera su propia pobreza
económica o emocional. V 12 “Y robarán tus riquezas y saquearán tus mercaderías; arruinarán tus
muros, y tus casas preciosas destruirán; y pondrán tus piedras y tu madera y tu
polvo en medio de las aguas.” el egoísta lo puede tener todo para ser feliz pero
siempre vive de manera infeliz.
6. Pierde el gozo por las cosas y
por la vida. V 13 “Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el son
de tus cítaras.” Una persona bendecida por Jesucristo puede vivir bien sea
en abundancia o en escases, no importa cuales sean las circunstancias que esté
pasando siempre se siente bien.
7. No acepta ayuda de nadie. Sus
prejuicios hacen que se convierta en un ermitaño social. Puede estar rodeado de
gente pero siempre se sentirá solo. V 19 “Porque así ha dicho Jehová el Señor: Yo te convertiré en ciudad
asolada, como las ciudades que no se habitan; haré subir sobre ti el abismo, y
las muchas aguas te cubrirán.”
El egoísta prefiere ser un
fracasado a tener que compartir la gloria del triunfo con los demás. No quieras
brillar tu solo porque te puedes quedar solo. Comparte y de esta forma serás
feliz con los que te rodean.