viernes, 25 de septiembre de 2015

Como cuidar la Victoria. Ezequiel 28.



Por la misericordia de Dios muchos llegamos a ser personas de éxito. Otros han tenido que esforzarse en gran manera y han logrado la victoria, Es mas tan solo por el obedecer a la palabra de Dios ya tenemos garantizada una vida de éxito. Josué 1: 8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
El apóstol pablo considera que además de luchar por llegar a la cima es necesario luchar por mantenerse en la cima. 1 Corintios 10: 12 “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 

El no cuidar el estar en la cima puede provocar la caída eminente y la perdida de todo lo conseguido. Muchas personas han sido bendecidas pero han perdido esa bendición.
El capítulo 28 de Ezequiel es muy controvertido por muchos escritores bíblicos unos dicen que en este capítulo se habla sobre como el ángel se convierte en satanás o la caída de satanás otros dicen que no.
En este estudio no vamos a discutir acerca de a quien se refiere en la profecía. Pero si hablaremos de lo que hace que una persona que está en la cumbre de sus sueños caiga.
Que origina la caída.
1. El enaltecimiento o creerse un Dios. No importa cuán alto hayas llegado siempre conserva la humildad. Las personas arrogantes por lo general son despreciadas. V 1-2 “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios
2. Dejarse enceguecer por la riqueza. V 5 “Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.” no es malo desear tener dinero o luchar por conseguirlo lo malo es el excesivo amor al dinero. 1 Timoteo 6: 10 “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
3. Dejarse deslumbrar por su posición de éxito. El no saber manejar el éxito hace que el corazón se llene de orgullo. V 13 “En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.
4. Dejar que se contamine el corazón. V 15 “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad” estamos en este mundo y es normal que tengamos contacto con gente de toda clase pero debemos hacer que ellos se hagan a nosotros y no nosotros a ellos. Jeremías 15: 19 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos
5. Tener ambición descontrolada. V 16 “A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.” la ambición controlada nos permite esforzarnos por prosperar en todo lo que hacemos, la ambición sin control solo genera destrucción.
6. Dejarse enceguecer por su propio brillo. V 17 “Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.” hay personas que brillan tanto que su propio resplandor los hace caer. Una persona ciega no ve por donde va y pronto se pierde.
7. No respetar límites. Hay muchas personas a quienes no se les puede brindar confianza porque abusan y caen en el irrespeto. V 18 “Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.” debemos tener muy en cuenta que nuestra libertad de actuar termina cuando comienza la libertad de los demás.
Todos los seres humanos tenemos posibilidad de escalar a lo más alto de nuestra montaña de éxitos pero debemos entender que entre más alto estemos más riesgos tenemos de caer.
Un alpinista sabe que entre más alto este más fuertes serán los vientos. En nuestro recorrido a la victoria esos fuertes vientos pueden ser: la fama, el miedo a volverá a estar abajo, el miedo al que dirán. Etc.
Recuerda que Jesucristo nos faculto para tener una vida de éxito. Nunca te sueltes de él si quieres permanecer en la cima y sobre todo nunca te olvides de donde él te rescato esto hará que el orgullo no se anide en tu corazón.