Nadie puede escaparse de las
consecuencias de sus actos. Toda acción tiene una reacción en el mundo a esto
se le conoce como la ley de la compensación pero en la vida espiritual es
conocido como la ley de la siembra y la cosecha es inevitable que coseches lo
que siembras. Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también segará.”
Toda
semilla está hecha para dar fruto y lo más importante es que toda semilla da
fruto multiplicado.
En este capítulo el mayordomo estaba
sembrando en sus amigos para cosechar el día de mañana. V 3-5 “Entonces el mayordomo dijo
para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo;
mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la
mayordomía, me reciban en sus casas. Llamando a cada uno de los deudores de su
amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?”
Aunque el mayordomo no era honesto
con su amo fue alabado por el al ver la astucia con que obro, muchos cristianos
confiamos en Dios pero no somos previsivos. V 8 “Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque
los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los
hijos de luz.”
Nuestra condición de cristianos nos
debe llevar a confiar ciegamente en Jesucristo pero esto no quiere decir que
tengamos que prever momentos difíciles.
Como quieres vivir el futuro depende
de como vives el presente. Lo que hagas hoy vivirás las consecuencias mañana. A
lo que vamos a cosechar el día de mañana se le llama consecuencia.
Como evitar una mala cosecha o una mala consecuencia.
1. Piensa que cosecharas lo que siembres. Esto nos lleva a
pensar que si queremos cosechar frutos de calidad debemos sembrar semilla de
calidad.
2. Escoge muy bien lo que vas a
sembrar. Si estas cansado de cosechar cosas malas deberías pensar en cambiar lo
que estas sembrando.
Que cosas podemos sembrar hoy para cosechar mañana.
1. Amor. Todos los seres humanos
queremos que nos traten bien pero por lo general no hacemos lo mismo con los demás.
Mateo 22: 39 “Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
2. Buen Trato. Mateo 7: 12 “Así que, todas las
cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced
vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.” El adagio
popular en el mundo dice no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti.
Jesucristo va más allá él dice has a otros lo que quieres que te hagan a ti. No
se trata tan solo de no hacer lo malo también es necesario hacer lo bueno.
2.1. Deja la
gritería y la Amargura Efesios 4: 31 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y
maledicencia, y toda malicia.”
2.2. Siempre
ten una palabra de Estímulo para los demás.
2.3. Saluda
sin ningún interés. Nada pierdes antes por lo contrario ganas mucho si dices:
buenos días, buenas tardes, gracias por favor etc.
3. Buen Cuidado de Nuestro cuerpo. 1
Corintios 3: 16 “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora
en vosotros?”
3.1. Una
buena alimentación balanceada nos dará como consecuencia un cuerpo lleno de
vitalidad.
3.2.
Ejercicio físico una vida sedentaria como consecuencia tendrá un cuerpo enfermo.
3.3. Buen
cuidado de nuestra mente. Si quieres estar sano en tu cuerpo mantén una mente sana
y la única forma de mantener una mente sana es alimentándola de buenos
pensamientos. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto,
todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si
hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
4. Generosidad. Lucas 16: 7 “Después dijo a otro: Y tú,
¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. Él le dijo: Toma tu cuenta, y
escribe ochenta.” si hoy somos generosos mañana tendremos personas que
también estarán pendientes de nosotros para darnos si es que necesitamos algo.
Todo lo que hagamos en esta vida
tiene una consecuencia sea buena o mala. Antes de hacer algo piensa muy bien
que es lo que quieres cosechar el día de mañana. Nuestra actitud es la que
determina que tengamos una vida de éxito o de fracaso.