Es inevitable que en este mundo
tengamos que soportar momentos de crisis cada persona vive su crisis de manera
diferente algunos por cuestión económica, otros por salud, algunos han perdido
un ser querido. Etc. Jesucristo nunca negó esta verdad a sus discípulos. Antes
por lo contrario les advierte que en este mundo habrá aflicciones. Juan 16: 33
“Estas cosas os he
hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero
confiad, yo he vencido al mundo.”
El problema no son las aflicciones
el problema es nuestra actitud frente a esas crisis.
De
nuestra actitud depende el éxito o el fracaso en todo lo que hagamos.
La forma de Orar de Daniel es digno
de imitar. El no oraba llevado por las circunstancias del momento el oraba con
problemas o sin problemas, Daniel simplemente oro como lo hacía siempre. Daniel
6: 10 “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su
casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se
arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como
lo solía hacer antes.”
Los amigos de Daniel oraban para
reconocer la grandeza de Dios no para obligarlo hacer un milagro. Ellos seguían
a orando a Jehová sálvelos del horno o no los salve. Daniel 3: 17-18 “He aquí nuestro Dios a
quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh
rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni
tampoco adoraremos la estatua que has levantado.”
Como orar en tiempos de Crisis.
1. Estando seguros de que Dios nos
oye. V 2 “y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno
del Seol clamé, Y mi voz oíste” el problema de muchos cristianos es que oran pero no
con certeza oran con inseguridad como diciendo. ¿Si será que Dios puede con mi
problema? No importa por la crisis que estemos pasando siempre debemos estar
seguros o convencidos. Santiago 1: 6 “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante
a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.”
2. Reconociendo nuestro error
pero nunca perdiendo la Esperanza. V 4 “Entonces dije: Desechado
soy de delante de tus ojos; Más aún veré tu santo templo.”
3. No dejando que los problemas nos
aparten de Dios. V 7 “Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, Y mi oración
llegó hasta ti en tu santo templo.” entre más problemas tengamos más
debemos acercarnos a Dios. Muchas personas dejan que las tribulaciones los
desesperen.
Jonás a pesar de estar en el
vientre de ese gran pez nunca se desesperó siempre mantuvo la calma para poder
pedir de manera sensata.
4. Siendo agradecidos. V 9 “Mas yo con voz de alabanza
te ofreceré sacrificios; Pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová.” muchas
personas son expertas en hacer oración o establecer tiempos de ayuno solo
cuando tienen necesidad. A Dios lo que más le molesta es que seamos desagradecidos.
En una ocasión Jesucristo sano a
diez leprosos pero tan solo uno se acordó de agradecerle. Que de nuestra boca
no solo salgan reclamos o peticiones que de nuestra boca también salgan
palabras de amor. Lucas 17: 17 -19 “Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y
los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino
este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.”
La oración no solo debe servirnos
para pedir la oración también es esa puerta que nos conduce a la presencia de
Jesucristo. A través de la oración lo podemos sentir en nuestro corazón. Una
persona que ora solo por necesidad pronto se cansa de hacerlo. Una persona que
ora por agradecimiento y por amor le falta el tiempo para estar en la presencia
de Dios.