Dios quiere lo mejor para nosotros él
nos da todo lo necesario nos dota de dones, talentos y habilidades para que logremos cualquier cosa que nos
propongamos.
Dios
nos dio el poder de hacer las riquezas. Deuteronomio 8: 18 “Sino acuérdate de
Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de
confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.” el problema es que muchas veces cuando ya
logramos lo que queremos se nos olvida que fue Dios quien nos ayudó a
conseguirlo y pensamos que fue por nuestra fuerza o capacidad. V 17 “y digas en tu
corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.”
En la biblia hay muchos hombres que
fueron ayudados por Jehová para que lograran todo lo que anhelaban llegaron a ser muy poderosos y famosos pero
cuando estaban en la cúspide se engrandecieron se hicieron arrogantes delante
de Dios. 2 Crónicas 26: 15-16 “E hizo en Jerusalén máquinas por inventadas por ingenieros, para
que estuviesen en las torres y en los baluartes, para arrojar saetas y grandes
piedras, y su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente,
hasta hacerse poderoso. Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para
su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de
Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.”
Edom seria destruida y la única culpable
seria ella. La causa de su destrucción se llamaría arrogancia. Abdías 3 “La soberbia de tu corazón
te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima
morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?”
No importa cuán alto llegue la
persona arrogante por lo general siempre termina destruyéndose. V 4 “Si te remontares como
águila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré,
dice Jehová.”
El fin de todo arrogante es
quedarse solo. Nadie quiere estar con alguien que es engreído u orgulloso. V 9
“Y tus valientes, oh
Temán, serán amedrentados; porque todo hombre será cortado del monte de Esaú
por el estrago.”
El arrogante es aquel que siempre
se cree más que los demás, y aunque no tenga nada siempre cree que tiene más
que otros el arrogante es alguien sin cultura por lo general siempre ofende a
los que con él están.
Que hace que alguien se convierta en arrogante.
1. No estar preparado para la
prosperidad. Por esta razón Dios nos va dando paso a paso. Es mejor comenzar de
nada e ir avanzando a tener en abundancia de la noche a la mañana. Tanto en lo
espiritual como en lo secular la falta de procesos hace que nuestro corazón se
dañe. 1 Timoteo 3: 6 “no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación
del diablo.”
2. No ser humilde. Una persona
humilde no es ser miserable o menos que los demás. Una persona humilde es
aquella que sabe reconocer sus limitaciones o debilidades para poderlas corregir.
Y sobre todo a pesar de ser brillante nunca se cree más que los demás. Lucas
14: 11 “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se
humilla, será enaltecido.”
Como ser humilde.
1. Valorando y reconociendo el buen
trabajo de los demás. 1 Timoteo 5: 17 “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble
honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.”
2. Creyendo que si somos buenos
tenemos que mejorar y si somos malos debemos hacerlo bien, para esto se
necesita esforzarse. Josué 1: 6 “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por
heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.”
3. Reconociendo que cosecharemos de
lo que sembremos. Abdías 15 “Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como
tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza.” así como
nosotros tratamos a los demás ellos un día también nos trataran.
Si quieres honra empieza a honrar,
si quieres respeto amor o cualquier otra cosa empieza dándolo primero. Tú y yo recibiremos el día de mañana lo que sembremos
hoy. Y si no te gusta lo que estas
cosechando hoy entonces empieza a cambiar lo que estas sembrando.