lunes, 18 de mayo de 2015

La Solución Escondida. Isaías 7.


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Dios hizo al hombre para que viviera en Paz pero cuando peco las cosas cambiaron las guerras, la violencia en la sociedad y en los hogares es lo que predomina. V 1 “Aconteció en los días de Acaz hijo de Jotam, hijo de Uzías, rey de Judá, que Rezín rey de Siria y Peka hijo de Remalías, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para combatirla; pero no la pudieron tomar.” es natural que esto cause dolor y sufrimiento en todos los seres humanos. V 2 “Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento.
Dios no quería que sucediera esto y aunque el culpable era el hombre Dios tenía establecido que todo cambiara y volviera a su estado natural de paz. V 14 “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Pero si Dios tenía la solución a las guerras, los conflictos y los sufrimientos del hombre entonces porque esperar tantos años y no hacerlo de manera inmediata. Dios perdona con esto nos garantiza que no seremos castigados pero no nos quita las consecuencias.
La paga por el pecado es la muerte. Romanos 6: 23 “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Por esta razón era necesario que esa generación impía desapareciera. V 20 “En aquel día el Señor raerá con navaja alquilada, con los que habitan al otro lado del río, esto es, con el rey de Asiria, cabeza y pelo de los pies, y aun la barba también quitará.
Antes esta solución era una profecía ahora es una realidad esa solución ser llama Jesucristo pero todavía sigue siendo una solución escondida. Esta escondida tras nuestros prejuicios, nuestro corazón endurecido, la envidia y en toda clase de maldad.
Que necesitamos para que esa solución tan anhelada por el hombre se haga realidad en nosotros.
1. Recibir a Jesucristo en nuestro corazón. Juan 1: 12 a “Mas a todos los que le recibieron,
2. Creer en Jesucristo. Juan 1: 12 b “a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” Muchas personas reciben a Cristo pero no creen solo hacen una oración de fe incitados por otros pero ellos no sienten nada en su corazón.
La oración de fe debe ser algo que le salga del corazón de quien la hace. La oración de fe no son palabras mágicas que tan solo al decirlas ya la persona es salva. Muchos creen que es así por eso hasta hacen hacer esta oración de manera disimulada de tal manera que el que la esta diciendo no se dé cuenta de lo que está hablando.
3. Someternos a su palabra es ella quien empieza en nosotros un proceso de transformación. Ya que es la palabra la que nos instruye y nos corrige. 2 Timoteo 3: 16 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
4. Arrepentirnos de corazón. Mateo 3: 2 “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Arrepentirse es estar dispuesto a cambiar de actitud, comportamiento o de camino. Es decir arrepentimiento es tener la capacidad de dejar de hacer lo malo que se estaba haciendo.
El arrepentimiento nos lleva a la corrección y la corrección nos lleva a la perfección sin corrección no hay perfección.
Jesucristo esta esperando que tomes la decisión de recibirlo en tu corazón, y si ya lo hiciste entonces renueva ese pacto cada vez que puedas, recuerda que siempre estamos expuesto al pecado y es necesario arrepentirnos todos los días.