martes, 26 de mayo de 2015

Cosechando lo sembrado. Isaías 15-16.

AUDIO
El pueblo de Israel estaba pasando por un muy difícil momento estaba saliendo de la esclavitud. Aunque ya era libre necesitaba de la ayuda de todos sus conocidos.
Moab tuvo la oportunidad de ayudar a Israel pero prefirió hacerse los desentendidos. Deuteronomio 23: 3-5 “No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová, ni hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de Jehová para siempre, por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte, Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.
Cuando se te presente la oportunidad de ayudar a alguien no pierdas esa oportunidad porque lo que puedes estar haciendo es sembrando para más adelante cosechar. Gálatas 6: 9 “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos
El pueblo de Dios al igual que sus siervos son muy importantes para Jehová. Cualquiera que ayude a un verdadero siervo de Dios tiene recompensa. Marcos 9: 41 “Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Hay muchas personas que les fascina en gran manera cosechar cosas buenas y en abundancia. Se degustan cuando por algún motivo obtienen cosas desagradables.
Como cosechar lo que a nosotros nos gusta.
1. Teniendo en cuenta que lo que sembramos eso es lo que cosechamos. Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará
Alguien escribió (desconozco el autor):
Quien planta árboles, cosecha alimento.
Quien planta flores, cosecha perfume.
Quien siembra trigo, cosecha pan.
Quien planta amor, cosecha amistad.
Quien siembra alegría, cosecha felicidad.
Quien planta vida, cosecha milagros.
Quien siembra verdad, cosecha confianza.
Quien siembra fe, cosecha certezas.
Quien siembra cariño, cosecha gratitud.
2. Ten en cuenta que eres tú el que escoge que sembrar. Siembras buena semilla o siembras semilla de mala calidad. Moab sembró silencio cuando sus amigos los israelitas los necesitaban y eso es lo que cosecharían. V 1 “Profecía sobre Moab. Cierto, de noche fue destruida Ar de Moab, puesta en silencio. Cierto, de noche fue destruida Kir de Moab, reducida a silencio.” no te hagas el indiferente cuando alguien te necesite.
3. No seas arrogante o soberbio. Cuida tu comportamiento. 16: 6 “Hemos oído la soberbia de Moab; muy grandes son su soberbia, su arrogancia y su altivez; pero sus mentiras no serán firmes.” los arrogantes están condenados a quedarse solos. Nadie quiere estar con una persona orgullosa.
Consecuencias de sembrar lo malo.
1. Se vuelve una persona estéril no que no pueda procrear hijos. Estéril en su corazón no puede dar nada todo parece reseco y muerto. 15: 6 “Las aguas de Nimrim serán consumidas, y se secará la hierba, se marchitarán los retoños, todo verdor perecerá.
2. Se vuelve aburrida la felicidad le es esquiva. 16: 10 “Quitado es el gozo y la alegría del campo fértil; en las viñas no cantarán, ni se regocijarán; no pisará vino en los lagares el pisador; he hecho cesar el grito del lagarero.
3. No podrá tener buena relación con Dios ni con los demás. 16: 12 “Y cuando apareciere Moab cansado sobre los lugares altos, cuando venga a su santuario a orar, no le valdrá

Empieza a sembrar lo bueno antes de que sea demasiado tarde Jesucristo siempre nos da otra oportunidad pero el hombre por lo general nunca olvida lo que le hacemos sea lo bueno o lo malo. Si estás cansado de cosechar cosas desagradables empieza a cambiar lo que estas  sembrando.