miércoles, 20 de mayo de 2015

Jesucristo la Luz del Mundo. Isaías 9.

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La venida de Jesucristo estaba preparada desde muchos años atrás. Su venida no es algo por causalidad Jehová Dios no es Dios de casualidades Jehová es Dios de propósitos.
Jesucristo es conocido a través de muchos nombres. Admirable, consejero, Dios fuerte, príncipe de paz. Etc. V 6 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Su reinado será para siempre y procederá de la dinastía de David. V 7 “Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
Pero sobre todos estos nombres Jesucristo es considerado la luz. V 2 “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
Ya estamos en nuestros tiempos ya Jesucristo no es una profecía ahora él es una realidad y todavía sigue siendo la luz del mundo. Juan 8: 12 “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Jesucristo vino como la luz para que ya no andemos en tinieblas. Juan 12: 46 “Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
El mundo sigue andando en tinieblas porque rechazo a Cristo que es la luz.  Juan 3: 19 “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
Cuando nosotros decidimos seguir a Cristo también nos convertimos en luz y somos capaces de ayudar a otros a salir de la oscuridad a través de compartir el evangelio. Mateo 5: 14 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
El estar en la luz nos obliga a vivir como si estuviéramos en la luz. No puedes ser cristiano y vivir peor que en el mundo que los del mundo.   Efesios 5: 8 “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
Jesucristo es la luz y la luz lo que hace es facilitarnos el transitar por algún lugar. Un ejemplo de la ayuda de la luz: si tú estás en tu cama a media noche y un ruido de una gota de agua en el sótano no te deja dormir. Tú decides bajar para cerrar o arreglar la llave que está goteando. El sótano está bastante oscuro al bajar en oscuras puedes caerte en la gradas o acabar de dañar lo descompuesto
Si tu antes de bajar las gradas enciendes la luz no quiere decir que por este hecho ya la llave de agua dejo de gotear o se arregló. Al encender la luz ya puedes ver dónde está el problema pero también donde están las herramientas para tú puedas arreglar la llave.
Lo mismo sucede con Jesucristo él es la luz y aunque él puede hacerlo no te va a quitar los problemas lo que él va hacer es mostrarte donde es que está el problema pero también como lo puedes resolver.
Solo en aquellos casos en que hacer algo para ti es imposible Jesucristo lo hará por ti. Él se encarga de las cosas imposibles y  a nosotros nos prepara hacer las cosas posibles.
Una cosa es vivir los problemas sin cristo y otra muy diferente vivir los mismos problemas pero con cristo. Hay muchas personas en el mundo con menos problemas que los que tiene un cristiano. La diferencia es que el que está en el mundo ya no sabe qué hacer y está apunto del suicidio o la locura. El cristiano con más problemas está tranquilo y confiado.