El mandato de Dios para el hombre
es que sea perfecto. Mateo 5: 48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como
vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” por lo
tanto el matrimonio está conformado por personas perfectas.
Para
Dios ser perfecto es luchar cada día por ser mejor, las obras no nos
identifican como perfectos lo que hace perfecto a una persona es el deseo de
cambio que hay en su corazón. Alguien pude hacer cosas muy buenas pero no ser
perfecto en su corazón. 1 Reyes 11: 4 “Y cuando Salomón era ya
viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no
era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.”
Solo hay algo que desarrolla en el
hombre la perfección, ese algo se llama paciencia. Santiago 1: 4 “Mas tenga la paciencia su obra
completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”
Como tener un Matrimonio Perfecto.
1. Manteniendo una Sexualidad sana.
V 3, 5 “El marido
cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. No os
neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento,”
1.1. Con la
Regularidad que los dos lo necesiten. Cantares 3: 1-2 “Por las noches busqué en mi lecho al
que ama mi alma; Lo busqué, y no lo hallé. Y dije: Me levantaré ahora, y
rodearé por la ciudad; Por las calles y por las plazas Buscaré al que ama mi
alma; Lo busqué, y no lo hallé.” cada persona es diferente por lo tanto cada pareja
también es diferente no hay una regla general para las veces en que una pareja
debe estar en intimidad.
1.2.
Manteniendo la Pasión. Cantares 1: 2 “¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores
son tus amores que el vino.”; 7: 7-8 “Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los
racimos. Yo dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos
sean como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas,” el
problema de muchas parejas es que dejan que el pasar de los años vuelvan monótona
o rutinaria su relación.
1.3. Embelleciéndose
el uno para el otro. El hombre: 1: 3 “A más del olor de tus suaves ungüentos, Tu nombre es como
ungüento derramado; Por eso las doncellas te aman.” La Mujer:
1: 10-11 “Hermosas
son tus mejillas entre los pendientes, Tu cuello entre los collares. Zarcillos
de oro te haremos, Tachonados de plata.” Una persona mal arreglada no
puede producir pasión.
1.4.
Avivando el deseo. 1: 5 “Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable Como las tiendas de
Cedar, Como las cortinas de Salomón.”; 7: 10 “Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene
su contentamiento.” El arreglo personal y el trato lleno de amor aviva el deseo
y el deseo devuelve la pasión.
2. Dejando que Cristo sea el centro
de la relación. 1 Corintios 7: 5 b “para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a
juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia.” Cristo nos da sabiduría y santidad para nuestra relación.
3. Soportando las aflicciones. V 28
“Mas también si te
casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán
aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar.” La pareja
feliz no es aquella que no tiene problemas. La pareja feliz es aquella que sabe
darle un buen manejo a las dificultades.
4. Agradándose del uno al otro. V
32-34 “Quisiera,
pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del
Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del
mundo, de cómo agradar a su mujer. Hay asimismo diferencia entre la casada y la
doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así
en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del
mundo, de cómo agradar a su marido.” Los casados tenemos que aprender
a repartir nuestro tiempo en complacer a Dios en primer lugar y después a
nuestra pareja.
Muchas parejas abandonan a sus
parejas de manera emocional porque no tienen equilibrio o porque todo lo
satanizan.
Un matrimonio feliz no es aquel
donde no hay dificultades o diferencias. El matrimonio feliz es aquel que sabe
manejar las diferencias y controlar las dificultades.