sábado, 3 de septiembre de 2016

Porque seguir a Jesucristo. Apocalipsis 20.

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En la visión Juan ve como el ángel ata a satanás por mil años para que no pueda engañar a las naciones y después es liberado por otro tiempo. V 1-3 “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. 
La pregunta es si Dios quiere que todos los seres humanos seamos santos y lo sirvamos solo a él entonces porque no deja atado a satanás para siempre en lugar de soltarlo para que siga causando confusión.

V 7-8 “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,  y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.
¿Porque Jehová no destruye a satanás y sus seguidores desde un principio? y lo hace al final cuando ya ha confundido a muchas personas. V 9-10 “Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.  Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos
Si Dios hubiera destruido a satanás en el mismo instante en que se revelo hubiera quedado la sensación de que Dios destruye a cualquiera que se le opone y quedaría como injusto.
Dios le dio la oportunidad de que satanás ejerciera poder para atraer personas para el para que no se dijera que Jehová obliga a que lo sigamos.
Jehová en ningún momento  quiere obligarnos a estar con él su deseo es que lo sigamos pero por amor. Deuteronomio 6: 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Recuerda que los tiempos de Dios no son nuestros tiempos. 2 Pedro 3: 8 “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.” Dios ata a satanás por mil años para mostrarnos lo maravilloso que es vivir sin la influencia del diablo pero lo suelta para que nosotros tomemos la decisión de con quien queremos estar.
Tampoco quiere que lo sigamos por necesidad o por interés esta sería otra forma de seguirlo obligados. “obligados por las circunstancias” a Jesucristo lo que más le molesta es que lo busquemos por el interés de un milagro. Juan 6: 26 “Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis
Porque seguir a Jesucristo.
1. Por agradecimiento. El transformo nuestra vida y nos sacó de la inmundicia. Tito 3: 3 “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
2. Por amor él nos cautivó con su amor el entrego su vida para demostrarlo. Romanos 5: 8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Como podemos llegar a ser agradecidos y sobre todo a Amar a Jesús.
1. Reconociendo que sin el nada somos. Juan 15; 5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
2. Conociéndolo a través de su palabra. Nadie se enamora de lo que no conoce. Juan 17: 3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
No busques a Jesucristo por lo mismo que todo el mundo lo busca solo por el interés de un milagro. Búscalo por amor. Los más malos del mundo cuando están enfermos quieren ser sanos o si no tienen dinero lo quieren tener, si tú y yo lo buscamos por eso mismo entonces en que nos diferenciamos de ellos.