Dios exige que seamos santos. 1
Pedro 1: 15- 16 “sino,
como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra
manera de vivir; 1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”
El
ser santos no es una opción que tenemos los cristianos, la santidad es una
orden de parte de Dios. Pero si nosotros debemos ser santos nuestras ofrendas o
sacrificios también deben ser santas. Ofrendas de manera económica o
espiritual. Hebreos 13 15 “Así
que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es
decir, fruto de labios que confiesan su nombre.”
Ofrendar es ofrecer, dar y para
esto debemos tener en cuenta que ofrecemos, como lo ofrecemos y para qué es que
lo ofrecemos.
Los sacrificios de animales ya no
acepta Dios. Hebreos 10: 5 “Por
lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas
me preparaste cuerpo. 10:6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te
agradaron. Dios nos
exige nuestro cuerpo no porque este coleccionándolos, el quiere los dones, los
talentos, las habilidades que tiene nuestro cuerpo para que los pongamos, a su
disposición y hagamos su voluntad. 10:7 Entonces dije: He aquí que vengo,
oh Dios, para hacer tu voluntad”. Al entregarnos al servicio de
Jesucristo nos estamos dando en sacrificio. Romanos 12: 1 “sí que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”
A través de la Adoración, de la
Alabanza y el servicio podemos dar ofrenda a nuestro Dios, estas ofrendas
tienen que ser las mejores al igual que lo eran las ofrendas y sacrificios de
animales en la antigüedad. V 19-20 “para que sea aceptado, ofreceréis macho sin defecto de entre
el ganado vacuno, de entre los corderos, o de entre las cabras. 22:20
Ninguna cosa en que haya defecto ofreceréis, porque no será acepto por
vosotros.”
La persona que ofrece la Ofrenda
debe ser digna de hacerlo. V 1-2 “Habló Jehová a Moisés, diciendo: 22:2 Di a Aarón y a
sus hijos que se abstengan de las cosas santas que los hijos de Israel me han
dedicado, y no profanen mi santo nombre. Yo Jehová.” somos
dignos cuando tenemos un corazón limpio. Mateo 5: 8 “Bienaventurados
los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” y el único que puede
darnos un corazón limpio es Dios. Salmo 51: 10 “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí”
Qué cosas pueden hacer o influenciar para que nuestra ofrenda sea con
defecto:
1. Un Yugo desigual. V 12 “La hija del sacerdote, si se casare con
varón extraño, no comerá de la ofrenda de las cosas sagradas.” el yugo
desigual puede formarse al unirse una persona cristiana con una incrédula o al
unirse dos cristianos pero con sueños y anhelos ministeriales muy diferentes el
uno del otro.
2. Una Persona del Mundo. V 25. “Ni de mano de extranjeros tomarás estos
animales para ofrecerlos como el pan de vuestro Dios, porque su corrupción está
en ellos; hay en ellos defecto, no se os aceptarán.” una
persona que no tiene muy en claro su vida espiritual puede influenciar en dar
una ofrenda no agradable a Dios. No puede servir una persona recién convertida.
1 Timoteo 3: 6 “no un
neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo”
3. Tener mala relación con los demás. Levítico 19:
17-18 “No aborrecerás a tu hermano en tu corazón;
razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. No te vengarás,
ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a
ti mismo. Yo Jehová.” antes de presentar la ofrenda a Jesucristo
cualquiera que sea: de alabanza, de Adoración, de servicio en la obra debemos
reconciliarnos con quien tenemos diferencia. Mateo 5: 23 “Por
tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene
algo contra ti,”
Si a las personas con quien estamos
agradecidos les ofrecemos lo mejor, con mayor razón debemos hacerlo con
Jesucristo que nos ha dado todo lo que tenemos. Dios además de mirar lo que le
damos también mira nuestra actitud como lo hacemos.