La mujer sabia edifica proverbios 14: 1 “La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba” ¿esto quiere decir que ella sería un buen albañil? Claro que no. Ella sería la encargada de darle la forma al hogar, sería la encargada de que el hogar funcione perfectamente.
Como vemos el trabajo de la mujer no es nada fácil. Solo que es mal valorado ni ella ni el esposo comprenden el valor que tiene.
Como la Mujer edifica la casa.
1. Se encarga de darle el amor a los hijos. El esposo con el dinero que gana podría contratar a la mejor niñera del mundo pero esa niñera nunca podrá darle a sus hijos el amor que les da la madre.
2. Es una magnifica administradora. No solo cuida de las finanzas también las hace rendir. Con poco que puede tener en la alacena prepara los más deliciosos manjares para su familia.
3. Es decoradora de Interiores. Con pocos recursos es capaz de convertir una habitación sencilla en un verdadero palacio.
4. Es experta en manejar la imagen del esposo. Está pendiente de que la ropa si convine. Muchos hombres salimos a la calle sin importarnos nuestra apariencia. Son ellas las que se encargan de nuestra buena imagen.
5. Es la encargada de corregir a los hijos ya que el padre pocas veces esta en casa.
Como podemos ver en verdad que la mujer es nuestra ayuda idónea y lo más importante es que la necesitamos. Por esta razón fue que Jehová Dios dijo que no era bueno que el hombre estuviera solo.
La palabra de Dios dice que el sometimiento debe ser mutuo. Efesios 5: 21 “Someteos unos a otros en el temor de Dios.” nadie esclaviza a nadie someterse los unos a los otros significa que los dos debemos servirnos o colaborarnos.
Teniendo en cuenta nuestros tiempos modernos donde el esposo y la esposa tienen diferentes roles en la sociedad. El mandato diría: la persona sabia es la que edifica su casa. La responsabilidad de cuidar el hogar es de los dos. ¿Tú construyes o destruyes?
Hombres valoremos a nuestra esposa y mujeres valórense sin llegar a perder su feminidad maravillosa. Mujer tu eres el complemento no la competencia. No dejes que la rivalidad endurezca tu corazón y sin darte cuenta llegues a ser peor que muchos hombres.